El costo de la codicia

Si en la trilogía de El señor de los anillos, Peter Jackson supo mantener la calidad en cada entrega y se guardó lo más espectacular para el tercer capítulo, El retorno del rey; en la trilogía de El Hobbit, sus mejores armas se agotaron en la segunda entrega, La desolación de Smaug, mientras que el tercer y último episodio de la saga, La batalla de los cinco ejércitos, parece destinada a satisfacer sólo a los fanáticos más acérrimos, aquellos capaces de perdonar todos los excesos de Jackson.

Sin demasiados preámbulos, la cinta se inicia con una tensa secuencia de acción: el dragón Smaug vuela hacia la Ciudad del Lago para destruirla. Posteriormente, Sauron envía un contingente de orcos hacia la Montaña Solitaria en un ataque furtivo, mientras los enanos, los orcos y los hombres se pelean por la posesión de los tesoros que esta montaña esconde.

En esa corta pero inquietante secuencia inicial, Smaug confirma su poder de atracción como el personaje más interesante de toda la trilogía y, una vez que desaparece de escena, se siente un vacío que ningún orco deforme, ni enano ambicioso, ni elfo perfectamente peinado puede llenar.

Toda la mística especial que Peter Jackson logró crear en la trilogía anterior, ahora se diluye en la neblina a causa de sus excesos. La celestial Galadriel (Cate Blanchett) se transforma brevemente en un terrorífico fantasma gótico que recuerda a Samara de El aro; la elfa Tauriel (Evangeline Lilly) llora desconsolada como sufrida heroína de melodrama y se pregunta por qué el amor duele tanto; Legolas (Orlando Bloom) tiene más armas escondidas en el cuerpo que el agente 007 y hace saltos imposibles en el aire mientras intenta atravesar un puente que se cae a pedazos.

En la larga batalla final, Jackson recupera parcialmente la energía y ritmo que sabe imprimir cuando está inspirado. Mejor aún, deja sembradas las claves y conexiones que generan la continuidad narrativa con La comunidad del anillo. Por ejemplo: Legolas define su próximo destino, mientras que Bilbo recibe a un viejo amigo en el desenlace.

Indudablemente, el tema recurrente de los tres capítulos de El hobbit es la codicia, como motivación principal del dragón y de todas las razas que desean repartirse el botín de la Montaña Solitaria. No deja de ser irónico que esa misma codicia sea la que ha empujado a Peter Jackson y los otros productores de la saga a alargar innecesariamente esta historia en tres películas que bien pudieron ser una sola o a lo mucho dos. Pero no, les ganó la tentación de generar más taquilla y luego echarse como Smaug encima de su cuantioso tesoro.



Título original: The Hobbit: The Battle of the Five Armies
País y año: Estados Unidos / Nueva Zelanda 2014
Director: Peter Jackson
Actores: Martin Freeman, Ian McKellen, Richard Armitage, Aidan Turner, Orlando Bloom, Evangeline Lilly, Cate Blanchett, Luke Evans, entre otros.
Calificación: ** 1/2.

Comentarios

Anónimo ha dicho que…
Sr. juan Carlos,seria mucho pedir que mas allá de su publicación de su balance del 2014 tan esperado por los que Lo leemos su blog, podria hacer un breve recuento delas mejores películas de terror estrenadas en Lima...Se lo agradecería mucho...... JULIO
Juan Carlos Ugarelli ha dicho que…
Hola Julio. Muchas gracias por leer el blog y por tomarte el tiempo de escribirme. Lamentablemente, no vi ninguna película de terror el último año en el cine, pues es un género que en mi opinión está muy desgastado.

Sin embargo, leí buenos comentarios sobre la peruana "El vientre", la estadounidense "Oculus", la española "[REC] 4: El Fin" y la venezolana "La casa del fin de los tiempos". ¿Tú viste alguna buena cinta de terror que nos quisieras recomendar?

¡Suerte!

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